Onboarding: ¿Cómo plantear una buena experiencia al nuevo integrante de tu equipo de trabajo?
Cuando estamos en la búsqueda de nuevo talento humano para nuestro equipo, esperamos personas capaces de comprender y adaptarse a la empresa lo más rápido posible. Sin embargo, en el proceso de reclutamiento no sólo podemos centrarnos desde una sola perspectiva laboral. Para fomentar la motivación profesional el Onboarding tiene como objetivo integrar profesionales a través de la capacitación y empatía.
Procesos previos al ingreso
La inducción de un nuevo colaborador en tu equipo de trabajo debe ser práctica y dinámica. Crear un plan de capacitación que se maneje por etapas o fases, y que permita reconocer el sector laboral en el que va a desempeñarse además de las metas y proyectos que ya se han realizado a futuro y presente. Bríndale esta explicación manteniendo el enfoque organizacional de la empresa. La clave es transmitir la comodidad y apertura para solicitar apoyo, de esta manera, no solo impulsaremos su aprendizaje sino nuestro propio desarrollo profesional a través del Plan de Capacitación.
El primer día de trabajo
Consideremos transformar la experiencia lo más presencial posible como uno de los factores que no deben perderse en el camino. Por lo que pactar una junta en la que todo el equipo esté presente es la mejor forma de integrar al nuevo miembro. Por supuesto, no solo debe presentarse el nuevo colaborador, debe ser una reunión en la que todos den una pequeña introducción de su perfil personal y las funciones de cada uno dentro del equipo. Esto ayudará a que el colaborador identifique con quién ir en el futuro si es que requiere apoyo en alguna tarea.
Conoce al equipo jugando
Además de conocer al equipo y sus funciones, es necesario convivir para una mejor comunicación. La mejor forma de vencer destruir el muro de la timidez, es integrar e incentivar el espíritu competitivo de todo el equipo. Probando un juego grupal sacará a relucir cada faceta o habilidad frente a una situación en la que la diversión impulse la participación. Invita a que todo el equipo, miembros antiguos y nuevos, interactúen en una actividad, que permita reconocer las capacidades y el rol que cada uno desempeña dentro de un equipo. Con ello, no solo romperemos el hielo, sino que demostraremos que no todo debe ser extremadamente serio.
Al ruedo
Como última parte del proceso, debemos ponernos “en marcha”, y confiar en que el nuevo colaborador pondrá en práctica sus fortalezas y trabajará en sus debilidades. Tras esta experiencia de inducción en un futuro no habrá impedimento de que podamos comunicarnos libremente entre nosotros. Además de ello, al reconocer sus capacidades sabremos qué acción encomendarle y con qué otro miembro del equipo formaría un gran dúo para tareas grandes. Confía en tu equipo y en ti mismo para seguir logrando el éxito.
Escrito por:
Equipo Motivación Lúdica
Si te gustó el artículo, no te olvides de reaccionar 👍🏻❤️👏🏻💡 y compartirlo por tus redes. ¡Muchas gracias!